LA HIJA QUE NERUDA ABANDONO



Cuando se habla de la vida del idolatrado poeta nacional Pablo Neruda, hay una pregunta que pocas veces se formula, y que menos aun se responde en las biografias que lo ensalzan. ¿tuvo hijos Neruda?
Sí, Neruda tuvo una hija, llamada poeticamente Malva Marina, fruto de su matrimonio con la holandesa Maria Antonieta Hagenaar, quien sólo llegó a vivir 8 años. Fue su única descendencia; pero aquí viene el motivo del escaso conocimiento general que de ella se tiene; su padre la abandonó, la borró completamente de su vida, la ignoró como padre y aun como poeta, al parecer avergonzado de ella: no era perfecta, era enferma, tenía hidrocefalia.
No estaba a la altura de un gran poeta que se amaba profundamente a si mismo y a la perversa ideología que abrazó, el comunismo, así como a la buena vida, la comida y las costosas colecciones de objetos que adquirió y que se exhiben en sus casas-museos. No había lugar en su corazón, al parecer, para niños enfermos, aunque de su propia hija se tratara.
Veamos la historia de esta niña: nació en Madrid el 18 de agosto de 1934. Su hidrocefalia aparecida a temprana edad le impidió desarrollarse normalmente, no llegando a desarrollar la capacidad de hablar. En 1936, Neruda y Hagenaar se separaron definitivamente. Ante esta situación, y luego de la separación, Neruda borró de su historia a Malva. No hay registros de que se hubiese ocupado de ella, tampoco la menciona en sus memorias, ni respondió el telegrama que se le envió a México años más tarde, anunciándole su fallecimiento. Durante todo este periodo , Neruda se dedicó a sus luchas sociales, en especial a la defensa de los republicanos comunistas (los mismos que, por ejemplo, asesinaron sacerdotes católicos en Barbastro y realizaron las matanzas de Paracuellos de Jarama) durante la Guerra Civil Española (1936-39). Desde 1939, Malva Marina fue dejada por su madre en manos de una familia adoptiva holandesa, los Julsing, en cuyo seno falleció el 2 de marzo de 1943. Fue sepultada en una tumba en la ciudad de Gouda, Holanda, tumba que permaneció en el más completo olvido hasta hace 3 años, cuando fue redescubierta gracias a las investigaciones de un experto en Neruda, Antonio Reynaldos, y de la periodista residente en Alemania, Isabel Lipthay; con la ayuda de Fred Julsing, hijo de la familia que acogió a Malva Marina y quien aun conservaba nueve fotografias de la niña en un album familiar. La Fundación América Latina en Holanda colocó en el 2005 una placa conmemorativa en la olvidada tumba.
Reynaldos explicó aún queda por investigar sobre la relación de Neruda con su única hija, a la que solamente nombra circunstancialmente en cartas y a quien se refiere sin nombrarla en poemas, y la menciona simplemente en una enumeración de nombres en un poema de "España en el corazón".