Simpatia Desbordante

EL MISTERIO DEL SARCOFAGO DE LA

ABADIA DE ARLES-SUR-TECH

En el pequeño pueblo medieval de Arlès-sur-Tech, en los Pirineos Orientales del sudeste de Francia, muy cerca de la frontera con España, surgió hace años al conocimiento público un curioso hecho, de características supuestamente milagrosas. En la Abadía de Santa María de dicho pueblo se encuentra la "Santa Tumba", un antiguo sarcófago de mármol del siglo IV d.c. ubicado en un patio interior, del cual mana constantemente un agua pura y de fama milagrosa, en cantidades estimadas en cerca de un litro diario y unos ¡200 a 300 litros por año!.
El sarcófago no está apoyado directamente en el suelo, sino que soportado por dos bloques de mármol de unos 40 cm de altura , y se ubica en un patio abierto al pie de un muro de 12 mts de alto que muestra un monumento funerario del noble Guillem Gaulcelm, fallecido en el año 1211, y quien supuestamente se habría curado una lepra con estas aguas.
Esta situación estaría registrada al menos desde el siglo X, y es atribuída a la leyenda que señala que en dicho sarcófago se colocaron las reliquias óseas de dos santos, san Abdón y san Senén, dos martires cristianos de la persecución romana del 258 dc, cuyos restos habrían sido trasladados a esta abadía por el abad Arnulfo justamente en el siglo X.
Al menos dos equipos científicos han concurrido a Arles para estudiar el fenómeno. El primero de ellos, integrado por tres hidrólogos y encabezado por Leborgne en 1961, realizó diversas mediciones en el lugar, pese a lo cual no pudo llegar a ninguna explicación satisfactoria acerca del origen del agua del sarcófago. Se descartó una vertiente o alguna cañería que llevara agua al lugar. Un análisis posterior de las investigaciones, realizada por (ver texto aqui en francés) Henri Broch en 1992, apoyado posteriormente por un segundo grupo de científicos dirigido por Beysens (2001) y publicado en la revista Atmospheric Research, concluyó en una explicación física: se descubrió que el 90% del agua procedía nada menos que del agua de lluvia, ya que mediciones prolongadas confirmaron que en periodos de sequia los niveles internos de agua se mantenían estables; se comprobó que las gotas de agua son capaces de atravezar la tapa de màrmol de 15 cm de espesor en 5 días, cayendo al interior del sarcófago gota a gota; el 10% del agua procede de la condensación del rocío en equilibrio con la escasa evaporación del líquido.